miércoles, 7 de marzo de 2012

TÉCNICAS DE ESTUDIO

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Actividades de autocontrol


El autocontrol podría definirse como la capacidad para poder dirigir la propia conducta en el sentido deseado, y desde este punto de vista se relaciona con prácticamente cualquier cualidad humana.
El niño de cero a seis años, no tiene desarrollado el autocontrol de su conducta, pues en los primeros años actúa por impulso y deseos inmediatos, le cuesta trabajo inhibir su conducta y ante un “no lo hagas”, se mostrará desinteresado o negativista, hasta el punto de que muchos adultos piensan que se trata de una respuesta de desobediencia intencionada. Pero esto no es así, es solo producto de que su desarrollo aún no le permite el control voluntario de su conducta.
Se necesitan varias adquisiciones en el desarrollo de los procesos psíquicos para que el niño logre controlar su conducta de forma voluntaria, como es, por ejemplo, la comprensión del lenguaje adulto, lo cual le ha de facilitar la regulación de su comportamiento.
Por otro lado, el incipiente desarrollo de la voluntad, hace que ya en la segunda mitad de este período y casi finalizándose, se produzca una adquisición muy importante: el niño aprende a subordinar motivos, por ejemplo, que si quiere jugar debe primero hacer sus deberes escolares. Esto es un largo proceso, en el que primero cumple lo que el adulto le dice por agradarlo, pero donde en realidad no hay aún la interiorización de la necesidad de hacerlo por el beneficio que esto le reporta a él y a los demás. Con una educación adecuada finalmente el niño logra esta interiorización, entonces si es posible hablar de que existe un autocontrol.
Trabajar el autocontrol es necesario para preparar al niño para su ingreso a la escuela primaria, hay que enseñarle a que espere su turno en una fila, a no hablar todos a la misma vez. Es muy importante que aprenda a priorizar y cumplir algunas tareas y trabajos por encima de otras cosas más agradables para él, por ejemplo, el juego. También debe aprender a escuchar atentamente.
El autocontrol de la conducta puede trabajarse en todas las actividades que realiza el niño tanto en la escuela infantil como en el hogar, y cualquier oportunidad es buena para hacerlo.



ACTIVIDAD Nº 1
"EL POLLITO AMARILLITO"


Resumen de la Actividad: La primera parte de la actividad consiste en la narración de un cuento con láminas, después los niños y el educador conversarán sobre el cuento y finalmente desarrollarán el juego del constructor.
Objetivo: · Desarrollar en los niños nociones sobre el autocontrol de la conducta.
Procedimientos:
Conversación
Narración
Acciones prácticas
Preguntas y respuestas
Recursos materiales: Texto del cuento y láminas seriadas de su argumento, juegos de construcción de bloques de madera o plásticos.
Desarrollo de la actividad: 1ªParteEl educador narrará el cuento “El pollito amarillito”, apoyándose en las láminas seriadas del argumento par concentrar una mayor atención sobre el contenido. Se mostrarán láminas del cuento.
“Papá gallo araba la tierra en el huerto, Mamá gallina se hacia un delantal y los dos vivían contentos y felices con su único hijo, el pollito Amarillito.”
“Amarillito, era alegre y juguetón, tan juguetón que no hacía otra cosa que jugar y jugar… Aquella mañana se había ido a picotear lombrices y bichos que vivían a la sombra de un árbol muy alto y poblado de ramas que se alzaba cerca de la casa en que vivía la familia.”
“Picoteaba el pollito Amarillito las hormigas traviesas y las lombrices y los gusanos negros con sus muchos pares de patas, cuando se acercó dando saltitos, un conejo”.
_¿Quieres jugar?_ le preguntó Amarillito.
_No, primero tengo que hacer mis deberes escolares _contestó el conejo.
El pollito Amarillito se puso a reír, y dijo:_ ¡con tan bella mañana no vas a jugar!
El pollito Amarillito se puso a reír
los dientes al aíre,
bigotes al viento
se fue el conejo,
contento, contento.
Por el otro lado de los caminos que bordeaban el árbol, venia gruñendo el cerdo regordete. El pobre, apenas si podía caminar por la gordura. Estaba sofocado, las gotas de sudor le mojaban la gorra y la chaqueta, el pantalón y los libros.
_¿A dónde vas?_ le preguntó Amarillito.
_Voy a buscar comida para mis hermanos _ respondió el cerdo, sin detener su paso.
El pollito se puso a reír, y le dijo: _No seas tan bob, el día está muy bueno para jugar.
Reía el pollito cuando corría que corría el perro Cachirulo. Venía con sus libros y cuadernos.
_¿Adónde vas amigo?_preguntó el pollito.
_Voy a la escuela. Voy a aprender,_le contestó con alegría el perro, al tiempo que meneaba la cola como si con ella lo estuviera saludando; pero Amarillito esta vez no se puso a reír, ni le devolvió el saludo.
Van a hacer los deberes escolares, _se dijo_, van a buscar la comida que le encargó su mamá, van a la escuela. Es que ¿acaso ya nadie juega en esta finca?
El perro que lo oyó le dijo: _Si, todos seguimos jugando como siempre, pero primero hay que hacer otras cosas que son muy importantes, cada cosa a su debido tiempo, después jugaremos.
“Amarillito comenzaba a ponerse verde de rabia, le iba a dar un ataque de furia, y picotear al perro cuando el aire arrastraba un papel y fue a ver cómo se movía.”
“El papel estaba escrito con letras negras. Amarillito que no sabía leer ni escribir, aunque ya tenía edad para eso, se puso a picotear las negras letras como si éstas fueran hormigas o gusanitos.”
“Una paloma que lo había observado todo desde una de las ramas del árbol, al ver la desesperación del pollito que picoteaba y repicoteaba los negros trazos sobre el papel, le dijo: _No, pequeño Amarillito, esas cosas que picas no son hormigas ni bichos, ni lombrices, ni gusanitos.
El pollito, con cara de asombro, miró a su vecina y le preguntó: _¿Qué son, amiga paloma?
Esas figuras que picas y picas, son letras escritas en las hojas de un libro. ¿No lo sabías?
_No, yo no lo sabía.
_¡Claro, si no lo has aprendido no puedes conocerlas!, tú solo piensas en jugar, ¿no sabes acaso que hay cosas tan importantes como jugar?
_¿Y dónde se aprende?
_Se aprende en la escuela infantil.
_¿Y cómo se aprende?
_Se aprende estudiando.
“Se aprende estudiando….en la escuela infantil”
_Entonces ya no podré jugar mas, tengo que ir a la escuela, dijo Amarillito.

_No por eso no tienes que dejar de jugar, primero vas a la escuela, llegas a tu casa por la tarde, sales a jugar un rato hasta que tu mamá gallina te llame, te bañas, comes y haces tus deberes. Ves, hay tiempo para todo, porque hay cosas que se hacen primero y otras después, solo hay que organizar el tiempo.
Entonces el pollito Amarillito, dobló la hoja escrita y lleno de alegría por haber comprendido algo tan importante, corrió por el camino hacia la escuela infantil.
2ª ParteEl educador hará a los niños las preguntas siguientes:¿Qué aprendisteis con este cuento?
¿Qué podéis criticar del pollito Amarillito?
¿Por qué en el cuento se dice que el tiempo hay que organizarlo?
¿Vosotros organizáis vuestro tiempo? ¿Explicad cómo?
Si tenéis muchas ganas de jugar, pero debéis hacer primero una tarea más necesaria ¿Qué hacéis?: ¿Seguís jugando, o realizáis la tarea?
El educador resumirá la actividad enfatizando que lo importante es primero cumplir con nuestras obligaciones y después jugar o hacer lo que queramos, organizando las tareas hay tiempo para todo y que no siempre se puede hacer lo que se quiere, por eso el pollito Amarillito no sabía leer.
“Vosotros iréis muy pronto a la escuela primaria y allí como niños ya grandes, tendréis que cumplir otras obligaciones y también jugar, pero debéis saber que a veces uno tiene muchos deseos de hacer algo, pero tiene que dejarlo para después, pues hay cosas más importantes que hacer primero.
3ª Parte
El educador invita a los niños a que jueguen a los constructores, y construyan la casa, el gallinero y la escuela infantil de Amarillito.


VALORACIÓN CRITERIAL
Conducta observada SI NO Comentarios
Supieron analizar críticamente la conducta del personaje del cuento.
Necesitaron ayuda para analizar críticamente la del personaje del cuento.
Comprendieron que hay tareas que aunque nos gusten menos, hay que hacerlas primero.
Expresaron verbalmente intención de tratar de cumplir sus deberes.



ACTIVIDAD Nº 2
"MI ESCUELA INFANTIL"

Resumen de la Actividad: Se realizará un festival titulado: “La escuela infantil” con poesías y canciones. Los niños recitarán y cantarán, finalmente conversarán sobre el festival.
Objetivo:Desarrollar en los niños conocimientos sobre sus obligaciones o deberes.
Estimular en los niños al cumplimiento de sus deberes escolares.
Desarrollar habilidades artísticas, la recitación y el canto.
Procedimientos:Recitación
Canto
Repetición
Conversación
Recursos materiales: Textos de poesías y canciones, una grabadora de cassettes.
Desarrollo de la actividad: 1ª ParteEl educador selecciona un grupo de poesías y canciones y las enseña a los niños, hasta que se las aprendan por repetición de las mismas, las cuales pueden grabarse para reforzar la memoria auditiva. Luego en el grupo se ponen de acuerdo para seleccionar quiénes las cantarán y recitarán en el festival.
Canción “Por las mañanas”
Por las mañanas muy tempranito
yo me levanto muy despacito.
Cojo la regadera y voy para el jardín
tengo bellas flores, lirios y jazmín.
Por las mañanas muy tempranito
yo me levanto muy despacito
el sol radiante con su esplendor
por el horizonte ya salió.
Adiós, adiós, que ya me voy
adiós, adiós, que a estudiar voy yo.
Poesía “Voy para mi escuela infantil”
¡Qué alegre estoy!
¡qué bien me siento!
todas las mañanas
me levanto a tiempo.
Me lavo la cara,
la boca, y me peino
me visto de prisa
porque no soy lento.
A la calle salgo
ya no espero más
voy para mi escuela
con papá y mamá.

Poesía “El reloj”
El tiempo corre veloz;
más un amigo cercano
por la mañana temprano
me despierta con su voz.
Tal parece que me vela
y que dirá el minutero:
Póngase a prisa el sombrero
y salga para la escuela.
2ª Parte
Consiste en la realización del festival, para lo cual se seleccionará un lugar apropiado en el área exterior, donde los niños puedan recitar y cantar lo aprendido, deberán situarse sillas en círculo para el público.
Un niño hará el papel de presentador, y los niños seleccionados cantarán entonces y recitarán sus poesías, de acuerdo con el programa que se establezca.
3ª Parte
El educador invita a todos los niños presentes en la actividad para que digan que les pareció el festival y hablen sobre el contenido de las poesías y canciones.
¿Os gustó la actividad?
¿Quién quiere hablar sobre el festival?
¿Qué os parecieron las poesías y las canciones?
¿Qué se plantea en las poesías?¿Y en las canciones?
¿Estáis de acuerdo con lo que se dice?
El educador resumirá el festival con unas palabras de felicitación a los niños por lo bien que trabajaron y recordará en sus palabras que los deberes serán priorizados por los niños en sus actividades.

VALORACIÓN CRITERIAL
Conducta observada SI NO Comentarios
Supieron analizar el mensaje de las poesías y canciones.
Necesitaron ayuda para analizar el mensaje de las poesías y canciones.
Se sintieron estimulados por el contenido de las poesías y canciones.
Realizaron una buena actuación en el festival.



ACTIVIDAD Nº 3
"PARA SABER CONVERSAR"

Resumen de la Actividad: En una primera parte el educador realizará un relato referido al tema y posteriormente una conversación, para establecer conclusiones por los propios niños.
Objetivo:Desarrollar en los niños el control de su conducta.
Incentivar el aprender a escuchar a los demás.
Procedimientos:Relato
Preguntas y respuestas
Conversación
Audición
Recursos materiales: Texto de relatos, una grabadora con micrófono o una cámara de vídeo.
Desarrollo de la actividad: 1ª ParteEl educador hace el relato siguiente:
La noche se tendía como un tapete negro, en el que brillaban miles de luces pequeñitas, y debajo, entre árboles y arbustos se escuchaba el silbido de los grillos, y un ruido muy grande producido por el parlotear de la gallinita, los gritos del cuervo, y los graznidos de una pareja de patos que los acompañaba en una gritería tal que molestaba a todos los animales que en ese momento dormían.
De repente, con las alas abiertas como un gran abanico apareció una paloma blanca que se posó sobre un árbol que estaba todo erizado por la algarabía del pequeño grupo de aves que discutían.La paloma posada en una rama logró callar a los que escandalizaban y les dijo: _¿A ustedes, qué les pasa, por qué pelean?Y contestando todos a la vez, dijeron: es que discutimos nuestros problemas.La paloma plateada, dulcemente les contestó: ¡Pero así hablando todos a la vez, no se entenderán nunca!.
2ª ParteEl educador realizará a los niños preguntas sobre el contenido del relato y después hablará sobre la importancia de saber escuchar, ponerse de acuerdo y no hablar todos a la vez, porque si no les pasa como a los animalitos del relato que discutían sus problemas pero no podían entenderse porque hablaban todos a la vez.
Se pondrá a los niños una grabación que el educador tendrá preparada con antelación y que la realizará en algún momento en que el grupo de niños estuvieran hablando todos a la vez.
Se trata de que se escuchen y se auto-critiquen comparándose con lo escuchado en el relato.
Posteriormente el maestro dejará establecido el compromiso de los niños de superar esta situación.

VALORACIÓN CRITERIAL
Conducta observada SI NO Comentarios
Supieron analizar críticamente el relato.
Necesitaron ayuda para analizar críticamente el relato.
Supieron analizar críticamente la audición y compararse con los personajes del relato.
Pudieron relacionar lo escuchado con su conducta.
Establecieron compromisos para regular su conducta en cuanto a saber escuchar y esperar para hablar.



ACTIVIDAD Nº 4
"MI TURNO ESPERARÉ"

Resumen de la Actividad: La actividad consiste en un juego de movimiento, dirigido a consolidar en los niños el autocontrol de algunos comportamientos. En una primera parte, el educador explica el juego y sus reglas, en una segunda se lleva a cabo el juego, y en una parte final se analiza en el grupo los resultados de la actividad.
Objetivo: Que los niños aprendan a esperar su turno, como una forma de regulación de la conducta.
Procedimientos:Lúdico
Acciones prácticas
Recursos materiales: Figuras geométricas pequeñas.
Desarrollo de la actividad: 1ª ParteEl educador explica a los niños en qué consiste el juego así como sus reglas.
“Saltando espacios”Organización:
El educador ha de formar varios grupos en hileras, con igual cantidad de niños, situados detrás de una línea de salida; frente a esta y a dos metros, trazar la línea de llegada.
Se ha de situar o dibujar en el espacio enmarcado por las dos líneas y frente a cada grupo, figuras pequeñas (círculos, triángulos, cuadrados), cerca una de otra, para que los niños puedan saltarlas.
Desarrollo:
A la orden del educador, el primer niño de cada hilera saltará con ambos pies entre los espacios y sin pisar la figura. Al arribar a la línea de llegada se sentará y esperará a que el resto de sus compañeros realice la actividad.
Reglas:
1.-Ganará el grupo que mejor y primero realice la actividad.
2.-No se puede salir a realizar el salto hasta que el compañero no esté sentado
2ª ParteConsiste en la realización del juego por los niños, en el que el educador ha de procurar que se ajusten a las reglas y no se salten las reglas.
3ª ParteSe realiza una conversación para valorar el juego, en la que el educador tratará de que los niños por sí mismos saquen sus propias conclusiones.
Aquí aprovechará el educador para enfatizar que el que no sabe esperar perderá siempre el juego, esto sucede en muchas cosas en la vida, que las personas se apuran y luego las cosas no le salen bien, además de violar el derecho de los demás.
Se estimulará a los ganadores, como un grupo que no solo hizo bien los movimientos orientados sino que supo esperar su turno.

VALORACIÓN CRITERIAL
Conducta observada SI NO Comentarios
Cumplieron adecuadamente las reglas del juego.
Necesitaron ayuda para cumplir adecuadamente las reglas del juego.
Comprendieron que hay que saber esperar.
Necesitaron ayuda para comprender que hay que saber esperar.



ACTIVIDAD Nº 5
"JUEGO DE LAS ESTATUAS"

Resumen de la Actividad: Se trata de un juego motor de la realización de algunos movimientos de expresión corporal como vía para el desarrollo del control de la conducta, mantener la postura un tiempo y permanecer callados.
Objetivo:
Enseñar a los niños a controlar su conducta motriz.
Consolidar el autocontrol mediante diversas vías.
Procedimientos:Lúdico
Acciones prácticas
Recursos materiales: Fotos o láminas de estatuas.
Desarrollo de la actividad: 1ª ParteEl educador explica a los niños que el juego consiste en permanecer un tiempo como las estatuas, callados y manteniendo la misma posición.
Les mostrará láminas o fotos de las estatuas que ellos pueden imitar, por ejemplo: “El Coloso de Rodas”, con sus piernas abiertas, su figura erguida y el fuego en su mano, también otras estatuas conocidas. Les demostrará varias posiciones de estatuas (no deben ser posiciones incomodas) y cada uno escogerá la que desee adoptar.
Las reglas del juego son:1.-Mantener la posición de forma adecuada.
2.-No se puede empezar antes de la orden de comienzo del juego.
3.-No se puede terminar hasta que no se le indique.
4.-Hay que permanecer callados.
2ª ParteEl educador dará la orden para comenzar y terminar el juego que no debe durar más de 4 ó 5 minutos.
3ª ParteEl educador y los niños conversarán sobre el juego y determinarán quiénes lo realizaron bien, porque supieron mantener la posición de estatua el tiempo orientado y permanecieron callados.
Se enfatizará que a veces tenemos que permanecer callados y tranquilos, igual o parecido a las estatuas para atender a la maestra, escuchar a los demás, y esperar su turno.

VALORACIÓN CRITERIAL
Conducta observada SI NO Comentarios
Realizaron bien el juego.
Necesitaron ayuda para realizar el juego.
Permanecieron en las posiciones hasta que se les orienta terminar.
No pudieron controlar su conducta motriz.



ACTIVIDAD Nº 6
EXPERIENCIA CRÍTICA PARA LA EVALUACIÓN DEL BLOQUE
"¿QUÉ HARÍAS TÚ?"

Resumen de la Actividad: Se trata de una experiencia crítica en la cual se le presentan al niño varias situaciones, que deberá decir cómo las resolvería.
Objetivo: · Comprobar si los niños han aprendido la necesidad del control voluntario de la conducta.
Procedimientos:
Explicación
Preguntas y respuestas
Relatos
Recursos materiales: Tarjetas en las que se plantean las diversas situaciones.
Desarrollo de la actividad: 1ª ParteEl educador leerá a los niños las situaciones críticas siguientes:1.-Leonor estaba en una fila para comprar la comida que le encargó su abuelita, pero ella estaba apurada porque quería ir a jugar con su amiguita Elena, entonces se le ocurrió que fingiendo un dolor de estómago las personas la dejarían pasar primero, y así fue.2.-Juan quería jugar, sus amigos lo estaban esperando y él fue en busca de ellos, pero cuando atravesaba el umbral de la puerta de su casa su mamá lo llamó y le dijo que primero tenía que hacer los deberes escolares, a Juan le molestó tanto que dijo cosas que enfadaron mucho a su mamá.3.-Teresa y Lucía conversaban en el patio de la escuela, una niña le contaba a la otra que su mamá la había castigado injustamente porque todos los días tenía que llamarla insistentemente para que se duchara y ella no quería dejar el juego para irse a duchar.4.-Estaban en la estación del metro dos maestras, una de ellas estaba muy disgustada porque no lograba que sus niños se pusieran de acuerdo y todos querían hablar a la vez, entonces se formaba un tremendo alboroto en las actividades.
Estas situaciones son solo un ejemplo, el educador podrá crear otras de acuerdo con las características de su grupo, siempre que esté con concordancia con el objetivo propuesto en este bloque.
2ª ParteLos niños deberán realizar un análisis de estas situaciones y exponer sus criterios sobre qué harían o hacen ellos ante situaciones semejantes.
El educador resumirá la actividad refiriéndose a la necesidad del autocontrol de la conducta en esas y otras situaciones.

VALORACIÓN CRITERIAL
Conducta observada SI NO Comentarios
Supieron analizar críticamente la conducta de los personajes en las diferentes situaciones.
Necesitaron ayuda para analizar críticamente la conducta de los personajes en las diferentes situaciones.
Comprendieron la necesidad del auto-control de su conducta.
Se plantearon no cometer los errores planteados en las situaciones.
Han alcanzado consolidar nociones sobre la necesidad del autocontrol.
Han conseguido un autocontrol aceptable en parte de sus acciones.
Normativa NEAE



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miércoles, 29 de febrero de 2012




Trastorno por déficit de atención


por Kenny Arbieto Torres



3.1.- TRASTORNO.
Como en el caso anterior, el término “trastorno” es definido muy pocas veces de manera aislada, dado el uso cotidiano que psicólogos clínicos, forenses y especialistas en psiquiatría le dan, se considera que pudo haber pasado como sobreentendido.
Para Olortegui (1995) “trastorno” es de manera general la alteración o perturbación de una función física o psíquica.
La Real Academia Española de la lengua (1988) lo define como la acción y el efecto de trastornar, esto es inquietar, desordenar, perturbar y causar disturbios.
La Organización Mundial de la Salud (1992) considera que el termino “trastorno” es muy útil pues tolera la ambigüedad, evitando los problemas que plantea el utilizar términos como “padecimiento” o “enfermedad”, aunque “trastorno” no es un término muy preciso se utiliza para señalar la presencia de comportamientos o síntomas que producen malestar e interfieren con la actividad del individuo.
3.2.- TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN.
Operacionalmente, trastorno por déficit de atención hace referencia a la alteración(es) causadas por la deficiencia atencional, es decir, por la carencia, ausencia e insuficiencia de las actividades de orientación, selección, mantenimiento de la atención, y a su deficiencia en el control y regulación para con otros procesos. Sin embargo, cabe resaltar que tal deficiencia no se constituye como factor causal único y exclusivo de los trastornos.
3.3.- EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN / CON HIPERACTIVIDAD (TDAH).
El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad es el cuadro clínico que goza hoy en día de mayor aceptación y que engloba características o criterios, algunos de los cuales no son necesariamente consecuencia directa de la ausencia o insuficiencia de la atención, como es en el caso de los síntomas de hiperactividad o actividad motora excesiva, aunque la disfunción de la atención es considerada como el factor principal causal de este trastorno.
Por lo general se ha asumido que el déficit de atención va acompañado de un exceso en la actividad motora o también llamado hiperactividad, o que el déficit de atención es consecuencia inevitable de la hiperactividad, innovándose posteriormente tal proposición, pues se demostró que en adolescentes y adultos la actividad motora excesiva decrece más no el déficit de atención, de modo tal que se acepta hoy que una persona con déficit en la atención puede como no presentar cuadros de actividad motora excesiva.
Lo cierto es que a pesar de estas propuestas no se llega a un acuerdo en el área, ya que la mayoría de las investigaciones consideran como cuadro único al trastorno por déficit de atención (TDA) dando a entender lo implícito del síntoma de la hiperactividad, en el otro extremo, se considera como cuadro único a la hiperactividad dando a entender lo implícito del síntoma de déficit de atención o desatención, algunos autores lo denominan síndromes de déficit de atención (SDA) o Desordenes de déficit de atención (DDA), y otros como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), estos términos son utilizados como sinónimos para referirse a tres síntomas en común: La falta de atención, la conducta motora excesiva y la impulsividad, es decir que nos encontramos casi siempre con la presencia del binomio déficit de atención – conducta motora excesiva. Gran parte de las investigaciones sobre atención se basan en los criterios diagnósticos de este trastorno.
· Definición.
Anicama et al. (1997ª) señala que el trastorno por déficit de atención se caracteriza por la falta de atención, exceso de actividad motora e impulsividad, siendo un problema crónico no vinculado a problemas de retardo, deterioro sensorial, problemas de lenguaje o motor, ni a perturbaciones emocionales severas.
La Asociación Psiquiatrica Americana (1994) presenta el rótulo de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el cual se caracteriza por ser un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad – impulsividad, cuya presencia se detecta antes de los siete años de edad, las alteraciones provocadas por los síntomas se presentan como mínimo en dos ambientes, afectando la actividad social, académica y laboral, no pudiendo ser explicados por la presencia de un trastorno mental o en el transcurso de un trastorno de desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud (1992) hace mención a los trastornos hipercinéticos, siendo los rasgos principales el déficit de atención y la hiperactividad, los que se deben manifestar en más de una situación, y que producen relaciones sociales desinhibidas, comportamiento antisocial y baja autoestima.
§ Subtipos.
Teniendo en cuenta la independencia entre las variables déficit de atención e hiperactividad – impulsividad, se han establecido los siguientes subtipos:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado.- El tipo combinado nos indica que deben haber existido por lo menos durante seis meses, seis (o más) síntomas de desatención, y seis (o más) síntomas de hiperactividad – impulsividad.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del déficit de atención.- Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante seis meses, seis (o más) síntomas de desatención, pero menos de seis síntomas de hiperactividad – impulsividad.
- Trastorno por déficit de atención, tipo con predominio de la hiperactividad – impulsividad.- Este subtipo se utiliza si han persistido por lo menos durante seis meses, seis (o más) síntomas de hiperactividad – impulsividad, pero menos de seis síntomas de desatención.
Es necesario indicar que el trastorno por déficit de atención tipo combinado se puede encontrar en algunas referencias como TDAH, y el trastorno por déficit de atención del tipo con predominio de la desatención como TDA. Sin embargo la mayoría de autores hacen uso indiferenciado del TDA y TDAH, no llegando a un acuerdo en cuanto a la terminología.
§ Criterios diagnósticos.
Si bien es cierto los trastornos por déficit de atención se pueden desarrollar a cualquier edad, la etapa escolar ha sido en la que mayormente se han centrado los estudios, dada la notoriedad de sus consecuencias, y por una mayor incidencia en dicha población (Anicama, et al, 1997ª), los criterios diagnósticos para el TDAH de acuerdo al DSM IV lo demuestran así.
1. Desatención.
- A menudo la persona no presta suficiente atención a los detalles o incurre en errores en sus actividades.
- Tiene dificultades en mantener su atención en tareas o actividades lúdicas.
- A menudo parece no escuchar.
- A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas u obligaciones.
- Presenta dificultades para organizar tareas y actividades
- Evita tareas que requieran de un esfuerzo mental sostenido
- Extravía objetos necesarios para la tarea.
- Es descuidado en sus actividades diarias.
2. Hiperactividad.
- Mueve en exceso manos y pies, se mueve en su asiento.
- Corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas.
- Tiene problemas para quedarse quieto, jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
- Actúa como impulsado por un motor.
- Habla en exceso.
3. Impulsividad.
- Precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
- Tiene dificultades para esperar su turno.
- Interrumpe y se inmiscuye en las actividades de otros.
En Psicología, considerando que el TDAH es un problema social y comportamental, su detección se realizará a través de un examen psicológico completo, que implica la aplicación conjunta de instrumentos que miden el déficit de atención como parte de una valoración general. Se considerará además la entrevista, la anamnesis, la observación de conductas, y el conocimiento de los criterios diagnósticos mencionados.
· Prevalencia
La incidencia estimada del TDAH es de aproximadamente dos millones de niños, esto es 3 – 5% de los niños en edad escolar, y se halla con mayor presencia en el sexo masculino que en el femenino en una proporción que varía entre 4 a 1 y 9 a 1 (Asociación de Psiquiatría Americana, 1995).
Los resultados de estos estudios tienden a variar, de esta manera, estudios epidemiológicos realizados en Tennesse revelan que el 4.7% padecen de TDAH del tipo desatento, 3.4% tenían predominio de la hiperactividad y un 4.4% presentaban TDAH del tipo combinado (Wolraich et al. 1996; véase en Sabate, Bassas y Quiles, 1999). En Alemania se encontró que un 9% presentaba TDAH del tipo desatento, un 3.9 eran hiperactivos, y un 4.8% tenían TDAH del tipo combinado (Baumgaertel et al. 1995; véase en Sabate, Bassas y Quiles, 1999), es decir que en ambos grupos predominaba la desatención
Se ha de tener en cuenta que estos datos en relación con el TDAH varían en función de diferentes circunstancias, entre ellas se encuentran el tipo de población que se toma como referencia, el criterio diagnostico y los instrumentos de medida que se usan.
· Etiología
A pesar que se trata de un trastorno muy frecuente en la infancia, y que desde hace bastante tiempo es objeto de interés por parte de muchos especialistas, hasta la actualidad no se llega a precisar la etiología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Las tendencias actuales de los estudios biológicos proponen que los niños con TDAH tienen un desbalance bioquímico o niveles bajos de neurotransmisores que controlan el sistema atencional, la cual se debería a una disfunción o deficiencia en la maduración cerebral. Para algunos autores el déficit es a nivel de las catecolaminas, por lo que las drogas utilizadas aumentan la cantidad de catecolaminas disponibles en el cerebro (Pichardo 1997). Otros datos sugieren un déficit de dopamina en las regiones críticas del cerebro, lo que afecta la eficiencia con la que el cerebro regula la conducta (Fowler et al. 1992; véase en Anicama et al., 1997ª), lo que supone una mejoría con el consumo de estimulantes como las anfetaminas.
Entre otros factores etiológicos destacan el factor neurológico, genético, prenatal, y la influencia del medio ambiente, a pesar que dichos factores han demostrado su influencia en la falta de atención y la actividad motora excesiva, ninguno de ellos se confirma por separado como responsable único del trastorno
Factores neurológicos.- A partir del hecho que una lesión cerebral origina determinados efectos que dan lugar a múltiples trastornos psicológicos y psiquiátricos, se ha investigado hasta que punto los niños con déficit de atención e hiperactividad presentan alteración cerebral estructural, demostrando que aunque se admite que las alteraciones en la estructura del cerebro originan efectos psicológicos, estos son inespecíficos, las pruebas neurológicas actuales no permiten aún identificar un mal funcionamiento cerebral asociado de manera exclusiva al TDAH (García y Magaz, 2000), de modo tal que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad no tienen síntomas claros de haber sufrido lesiones cerebrales, y los que si presentan daño cerebral constatado, solo un porcentaje de ellos presentan TDAH (Moreno, 1995).
Factores genéticos.- Los estudios también apuntan hacia un origen genético del Trastorno por déficit de atención, sugerido a partir de los resultados de distintos trabajos desarrollados en familiares de niños que padecían dicho trastorno, los cuales revelan la influencia de factores familiares de riesgo, de tipo genético. Se sabe por estos estudios que la incidencia de los trastornos de ansiedad, TDAH, conducta antisocial, alcoholismo y trastornos de tipo afectivo son más comunes en familiares de niños con TDAH.
Factores Ambientales.- Dado que algunos niños con antecedentes biológicos y/o genéticos no desarrollan problemas de conducta, se ha estudiado la influencia que en la aparición del TDAH desempeñan las variables familiares y sociales como el nivel socio económico, las condiciones de vida y de trabajo de los padres, estilos educativos, recursos materiales y el medio escolar.
Los efectos psicológicos que tiene sobre la familia un nivel socioeconómico desfavorable y circunstancias sociales adversas, así como pautas educativas se relacionan con los problemas de conducta que puedan presentar los niños y adolescentes. Los niveles sociales más bajos se asocian a normas más rígidas que destacan la sumisión del niño a la autoridad de los padres, quienes adoptan métodos de castigos y premios para el control inmediato del comportamiento del niño; mientras que los medios sociales favorecidos valoran la iniciativa y originalidad, adoptando reglas más flexibles (Moreno, 1995), de esta manera es que cierto tipo de comportamiento caótico puede ser resultado en cierto grado de una crianza caótica (Kinsbourne y Kaplan, 1990).
Factores prenatales.- Las teorías también sugieren que el abuso del alcohol durante el embarazo es responsable del TDAH, problemas de atención, trastorno de la conducta y retraso psicomotor (Good y Sherry 1984; véase en Moreno, 1995), así como también que el hábito de fumar durante el embarazo puede producir anoxia fetal y bajo peso al nacer, que estaría relacionado con problemas de hiperactividad, sin embargo dichas complicaciones no afectan por igual a todos los niños prematuros o con bajo peso al nacer, por lo que sería considerado como uno de los factores predisponentes, pues hacen al niño más vulnerable a la influencia negativa de otras variables ambientales.
Finalmente, los factores aquí mencionados pueden interactuar conjuntamente a distintos niveles e intensidad, en tanto que los estudios se inclinan mayormente a considerar el desbalance bioquímico como causa principal del trastorno, por lo pronto se continúa admitiendo la idea que sugiere una etiología multifactorial, al no identificar un factor causal único.
3.4.-TRASTORNO POR DEFICIT DE ATENCIÓN EN EL ÁREA CONDUCTUAL.
Las alteraciones, perturbaciones o desórdenes asociados al trastorno por déficit de atención en el área conductual han sido objeto de diversos estudios de comorbilidad, siendo los problemas o trastornos del comportamiento a los cuales se ha visto ligado en mayor proporción.
· EL TRASTORNO DEL COMPORTAMIENTO
El trastorno del comportamiento ha sido denominado de distintas formas, diversos autores describen sus características utilizando distintos términos, dada la ambigüedad que refleja el vocablo trastorno, tenemos los problemas de conducta, trastornos de conducta , trastorno disocial, y conducta antisocial.
Los problemas de conducta son comportamientos que difieren de manera significativa de las normas exigidas en el contexto social, se incluye la violación de los derechos básicos de los demás, mentiras, destrucción de la propiedad ajena y violencia física (Miranda, Roselló y Soriano, 1998), la cual describe la conducta antisocial del niño, pudiendo ser también los problemas de conducta del tipo asocial, que hace referencia a los niños tímidos e inhibidos, con comportamientos que lo aíslan del grupo (Calderón, 1995).
Además de estas características, el CIE-10 hace mención a comportamientos más graves que la simple maldad infantil, que incluyen grados excesivos de peleas, crueldad con los animales, robo, provocación de incendio, mentiras reiteradas, fugas de la escuela y del hogar, rabietas, actitud desafiante y desobediencia en un grado intenso, que caracterizan a un niño con trastorno disocial.
A pesar que muchos profesionales prefieren separar los problemas de conducta de los trastornos de conducta o trastornos disociales, de acuerdo al nivel de gravedad que se presenta en el niño, en la literatura no se llega a un consenso, estableciendo por lo tanto semejanzas en dichas categorías diagnósticas.
Este trastorno es estudiado basado en el solapamiento existente con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Las personas con trastorno de conducta pueden presentar también déficit de atención, sin embargo considerando al TDAH como categoría, se presenta junto al trastorno del comportamiento en un 30 – 50% (Hinshaw 1994; véase en Orjales, 1999; Tomás y Bielsa, 1996).
Lindfield y Waldman (1990; véase en Miranda, Roselló, Soriano, 1998) señalan que el TDAH con problemas de conducta no estarían provocadas por una deficiencia cognitiva atencional, sino por una deficiencia motivacional relacionada con la tendencia al aburrimiento, típico de los psicópatas adultos.
Una de las características más resaltantes en los niños con problemas de conducta es la agresividad, si bien no todos los niños con TDAH tienen un trastorno de conducta, muchos de ellos tienen un mal comportamiento que se refleja por una mayor dificultad para aceptar la autoridad, la necesidad de obtener recompensas inmediatas, el negarse a obedecer y desafiar constantemente a personas que representen autoridad, lo que puede conllevar a un trastorno serio de la conducta (Orjales, 1999), y que según la Organización Mundial de la Salud (1992) corresponde a un trastorno hipercinético disocial.
Incluso algunos autores establecen que la relación entre TDAH y los problemas de conducta es temporal, mientras que la hiperactividad aparece entre los tres y cuatro años de edad, los síntomas de problemas de conducta se manifiestan alrededor de los seis años, por lo que es probable que la hiperactividad predisponga al sujeto a desarrollar un trastorno conductual (Barkley et al. 1990; véase en Miranda, Roselló y Soriano, 1998).
Para Orjales (1999) la relación entre la hiperactividad y delincuencia es poco relevante, pues solo algunos de los niños con TDAH incurren en actos criminales, mientras que los niños hiperactivos y agresivos a la vez tienen síntomas más graves (desafío y desobediencia) que empiezan antes de ingresar al colegio y su agresividad constituye un predictor importante del comportamiento antisocial. Loney y Millich (1982; véase en Miranda, Roselló y Soriano, 1998) señalan que los hiperactivos pueden considerarse como predispuestos pero incapaces de cumplir con las expectativas del ambiente, sus expresiones de agresividad no indican intención destructiva deliberada, a diferencia de los niños agresivos que son capaces pero no tienen una buena predisposición para cumplir con las demandas del ambiente, mientras que los niños hiperactivos – agresivos, (es decir los que presentan la comorbilidad) no parecen ni dispuestos ni capaces de ajustarse a las demandas externas.
Todo ello parece indicar que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un factor que pronostica la continuidad de la conducta antisocial del niño en la edad adulta, que con frecuencia acaban en un abuso del consumo de alcohol y droga, actividad sexual precoz, expulsiones del colegio y delincuencia (Sibél, Bielsa y Tomás, 2001).
3.5.- TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN EN EL ÁREA DE APRENDIZAJE.
Los problemas de aprendizaje están referidos a la dificultad en seguir normalmente la educación escolar o preescolar, lo cual se manifiesta en un rendimiento insuficiente en la mayoría de tareas escolares, así como lentitud para seguir el ritmo de trabajo de los compañeros de clase. Estos problemas son causados por inmadurez escolar, deficiencias sensoriales (visuales, auditivas o motoras), retardo o lentitud intelectual, perturbaciones emocionales, falta de motivación para aprender y métodos inadecuados de enseñanza, estas causas en su mayoría son externas al sujeto (Bravo, 1991).
Si bien las causas del TDAH difieren de la de los problemas de aprendizaje anteriormente mencionados, los síntomas que presente el niño con TDAH dificultarán su aprendizaje, es decir, tendrá problemas para aprender y para rendir de acuerdo a su capacidad, ya que con la atención los contenidos se asimilan mejor, se arraigan más en la memoria y se producen asociaciones con otros contenidos ya aprendidos, su carencia o debilidad producirá naturalmente que se escape los conocimientos a los alumnos (Gallego, 1997).
. Algunos estudios señalaron que entre el 60 – 80% de niños con hiperactividad infantil tenían problemas académicos importantes (Barkley 1982; véase en Orjales, 1999).
Se da el caso que algunos niños fallan en sus tareas escolares porque son demasiados impulsivos, es decir tienen un déficit en la capacidad de inhibición de respuestas, en estos niños el tiempo de latencia de respuesta es menor, cometen errores pues eligen y toman decisiones sin un examen previo de la situación (Goróstegui, 1997), aunque su equipo intelectual sea adecuado, son inmaduros en lo que respecta a la intensidad y duración de su concentración, y en su habilidad para mantener un foco de atención en la tarea que se le presenta, teniendo una atención sub enfocada (Kinsbourne y Kaplan, 1990).
Sin embargo, otro grupo de niños fallan en sus tareas escolares porque son demasiado compulsivos y tienen una atención sobreexclusiva. Ross (1995) señala que la atención sobreexclusiva es la tendencia que tiene el niño de concentrarse solo en un aspecto de un estímulo de un ambiente complejo, dicho de otro modo, se concentran tanto tiempo en una porción de trabajo que en total no aprenden lo suficiente. Kinsbourne y Kaplan (1990) designan a esta dificultad como atención superenfocada.
Para Orjales (1999), los niños que presentan un trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen dificultades en su rendimiento escolar porque son dependientes del campo, poco analíticos y no organizan la información, carecen de flexibilidad cognitiva y trabajan de forma impulsiva.
Lo cierto es que generalmente los niños con TDAH presentan un rendimiento escolar insatisfactorio, vale decir que su rendimiento puede ser lo suficiente como para aprobar un curso, pero no es lo esperado de acuerdo con su capacidad intelectual. El bajo rendimiento escolar puede pasar desapercibido en niños de los primeros años de la educación primaria, siendo más notorio en los años superiores, mientras que este problema se ve compensado en niños con TDAH con capacidad intelectual superior, manteniendo un rendimiento escolar promedio, pero inferior a su capacidad..
· Dificultades en la comprensión y fluidez lectora.
Los niños que presentan TDAH, pueden tener dificultades de integración del lenguaje, estos niños al igual que los niños que tienen trastorno específico del aprendizaje de la lectura presentan un CI verbal inferior.
Estos dos grupos de niños tienen un nivel bajo de lectura por razones muy diferentes, los autores coinciden en que los estudiantes con deficiencias en el aprendizaje experimentan problemas básicos en el procesamiento de la información verbal, causado por un déficit en la discriminación fonológica y por la dificultad para establecer y acceder a los códigos fonológicos, lo que interfiere con el funcionamiento de la memoria de trabajo que juega un papel fundamental en el proceso de comprensión. Estos niños son más proclives a esforzarse en la aplicación de estrategias, su déficit es en el recuerdo atribuible a problemas básicos en el procesamiento verbal.
Por el contrario las dificultades en lectura en niños con TDAH se dan por su falta de atención e impulsividad. Miranda, García y Jara (2001) en un estudio exploratorio realizado con 36 niños, 12 del grupo control, 12 con TDAH con predominio de la inatención y 12 con TDAH combinado, a quienes se le valoró el rendimiento lector, halló que los niños que presentaba TDAH del tipo combinado mostraron un rendimiento lector significativamente más bajo que el grupo normal.
Orjales (1999) señala las características del niño con TDAH que tiene problemas de lectura:
- Estos niños cometen frecuentes omisiones en la lectura, omiten palabras o letras y sustituyen unas letras por otras.
- Su comprensión lectora es deficiente, tienen dificultades en la comprensión de textos largos a pesar de no tener puntuaciones bajas en vocabulario. Dada su impulsividad y los problemas de atención es que omiten palabras e interpretan mal el contenido de la lectura. De esta manera en la comprensión de instrucciones escritas, el niño realiza la tarea en función de la información que ha logrado retener, considerando solo algunas variables en la ejecución de tareas.
· Dificultades en el cálculo y en matemáticas.
Zentall, Smith, lee y Wieczorek (1994) compararon un grupo de
107 estudiantes con hiperactividad y 125 estudiantes sin trastorno aparente entre 7 y 14 años de edad, encontrando en los estudiantes hiperactivos bajas habilidades en la adquisición de conceptos matemáticos, cálculos aritméticos y resolución de problemas que en el otro grupo.
Al respecto Marshall, Schafer, O`Donnell, Elliott y Handwerk (1999) realizaron un estudio en 40 estudiantes de educación primaria para determinar la relación entre el déficit académico específico y los subtipos específicos del TDAH, los resultados apoyan la hipótesis que el sub tipo inatento ejerce un efecto pernicioso en la adquisición de habilidades de cálculo y aritmética.
Orjales (1999) señala que los problemas de aritmética en el niño con TDAH pueden deberse a:
- Dificultad de pasar del pensamiento concreto al pensamiento abstracto, estos niños realizan cálculos mentales con cifras sencillas o cuando los cálculos matemáticos se basan principalmente en la memoria o la automatización, no pudiendo mantener la concentración de la atención en cuentas de varias cifras. Sin embargo solucionan problemas matemáticos con mayor facilidad cuando se les enseña a representar gráficamente los mismos o mediante dibujos para su mejor comprensión, los cuales reducen el nivel de abstracción necesario para su resolución.
- Otros niños con TDAH, a pesar de tener una buena capacidad de abstracción cometen errores debido a su impulsividad, leen demasiado rápido la información obviando datos relevantes para la comprensión del problema.
· Dificultades en la escritura.
Si bien es cierto, los niños con déficit de atención pueden tener respuestas impulsivas, necesitarán más tiempo para dar una respuesta motriz adecuada ante la aparición de un estímulo.
Los niños que presentan déficit de atención e hiperactividad suelen tener dificultades en el control fino de sus movimientos, no porque tengan deficiencia alguna en las áreas de control motriz del cerebro y cerebelo, sino porque no ponen la suficiente atención en la regulación de sus movimientos, estos niños no han desarrollado la habilidad de realizar movimientos lentos y controlados, son torpes para ensartar, modelar con plastilina, colorear de forma controlada, abrochas botones pequeños, anudar el pasador del zapato, las cuales son habilidades pre requisito para el control y manejo del lápiz y la adquisición de la escritura, como consecuencia, su letra es desorganizada, excesivamente grande o pequeña (Orjales, 1999), y esto dificulta su adaptación escolar dado que no ponen suficiente atención en la regulación de sus movimientos.
Ahora bien, en la literatura también se hace mención a las dificultades específicas del aprendizaje o trastornos del aprendizaje, que son alteraciones significativas en la adquisición y uso de la comprensión y expresión del lenguaje, escritura y razonamiento matemático, se puede presentar en los diferentes niveles de enseñanza y de acuerdo a las materias escolares. Las dificultades específicas de aprendizaje dependen de la maduración psíquica y neurológica del niño, en ausencia de alteraciones sensoriales o motoras graves, privación cultural, problemas emocionales, retraso intelectual, sus causas corresponden más al sujeto que a la situación (Bravo, 1991).
Por otro lado La Organización Mundial de la Salud (1992) considera que los trastornos específicos del aprendizaje están relacionados con la maduración biológica, pero también interactúa con factores no biológicos como oportunidades para aprender y calidad de enseñanza, no existiendo un consenso en cuanto a su etiología.
Al respecto, los estudios sugieren una asociación entre los síntomas del trastorno por déficit de atención y los problemas específicos de Aprendizaje que los sitúan en un 20% ( Frick 1991; véase en Miranda et al.,1998) o entre un 20 – 25% (Tomás y bielsa, 1996).
Cabe resaltar que es difícil establecer la prevalencia de los trastornos específicos del aprendizaje, ya que los estudios se llevan a cabo sin la debida separación de los trastornos específicos de la lectura, escritura y cálculo (Asociación de psiquiatría Americana, 1995), consecuentemente, los estudios que determinen la presencia de TDAH con cada uno de los trastornos específicos del aprendizaje tendrán resultados inespecíficos y variados.
Las dificultades específicas del aprendizaje y el TDAH tienden a tener factores etiológicos similares como predisposiciones hereditarias, factores prenatales, retrasos madurativos, sin embargo el curso de ambos es distinto, ya que los niños con TDAH y los que presentan TDAH más dificultades en el aprendizaje son más impulsivos, trabajan peor en forma independiente, cometen más errores cuando se les exige rapidez y son en apariencia más agresivos que los niños que solo presentan dificultades en el aprendizaje (Miranda, Roselló y Soriano, 1998), a pesar que en ambos casos el trastorno conlleve a un bajo rendimiento académico.
Finalmente, los estudiantes con déficit de atención y con conducta motora excesiva pueden experimentar dificultades específicas para los aprendizajes, pero no todos los niños con TDAH lo padecen. El TDAH no es causa sino uno de los factores que agudizarían más el curso de los problemas específicos del aprendizaje en las personas que lo padecen. La mayoría de niños que presentan TDAH y dificultades en el aprendizaje presentan un bajo rendimiento escolar, deficiencias en el procesamiento de información así como dificultades para desplegar esfuerzo en alguna tarea (Miranda et al, 1998).
3.6.- TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN EN EL ÁREA DE PERSONALIDAD
La personalidad es un patrón o modelo de conducta profundamente fijado que cada persona desarrolla consciente e inconscientemente como un estilo de vida o manera de ser para adaptarse a su ambiente (Olórtegui, 1995): Acerca de la personalidad se han desarrollado un sinnúmero de estudios y teorías, todas ellas concluyen en enfocar al hombre como una totalidad indiferenciada.
Los trastornos desarrollados en el área de personalidad no constituyen propiamente enfermedades mentales, sino formas extremas e inadaptadas de personalidad que tienden a ser duraderas y describen la conducta habitual del individuo. Se desarrolla en sujetos normales con capacidad de raciocinio y con un claro contacto directo con la realidad (Echeburúa, 1996). Si bien es cierto, la personalidad del adulto se perfila desde la infancia, existen variables que predisponen a desarrollar determinadas características o rasgos en la personalidad como el Trastorno por Déficit de Atención, los problemas de conducta, etc.
Los diversos estudios indican que de los niños con TDAH que no han recibido ningún tipo de tratamiento o recibieron tratamientos irregulares e incompletos, el 40% de ellos continúan exhibiendo los síntomas del trastorno en la edad adulta, y puede estar acompañado por una variedad de dificultades sociales y emocionales (Cantwell 1994; véase en Sabate, Bassas y Quiles, 1999). Aunque las manifestaciones de la actividad motora excesiva disminuyen, más no así el déficit de atención, lo cual perturba el rendimiento académico, de modo tal que solo el 20% de adultos con una historia de TDAH siguen estudiando a la edad de los 21 años, en contraposición con el 50% de los sujetos sin TDAH (Weiss y Hechtman 1993; véase en Miranda et al., 1998).
Existe en la persona adulta con TDAH y con antecedentes de problemas de conducta un mayor riesgo a desarrollar conductas delictivas y a tener problemas con la ley. Además de ello presentan inestabilidad en el matrimonio, constantes separaciones y divorcios (Sibel, Bielsa y Tomás, 1998), la presencia de desorganización continua tiene su impacto en el trabajo, la falta de concentración conduce a las personas a cambios frecuentes de actividad, pasando de un trabajo a otro, a algunos se les hace difícil encontrar y mantenerse en su puesto de trabajo (Sabaté, Bassas y Quiles, 1999), se aprecia en la mayoría de ellos una escasa integración familiar y social.
Algunos adultos con TDAH están en constante movimiento, juegan con los lapiceros, hojas de papel, mueven manos y pies estando sentados o en una reunión. Se aburren fácilmente, pasados los 15 minutos del tiempo en que empezaron un proyecto o un nuevo trabajo, se entusiasman por algo nuevo y pierden fácilmente el interés. Presentan baja tolerancia a la frustración, el no completar sus proyectos les genera estrés. Las constantes frustraciones y fracasos contribuyen a un declive en su autoestima, por lo que evitan nuevas situaciones que lo comprometan por miedo al fracaso. (Bayley, 2001). Aunque cabe señalar que se puede encontrar adultos con TDAH en muchos de los oficios y profesiones, relacionado con las virtudes que paradójicamente presentan, como la imaginación y fantasía, viveza de respuesta, aparente simpatía y sensación de persona servicial, capacidad para memorizar más no tanto para analizar, muchos de ellos eligen trabajos que le dan libertad para moverse y liberar excesos de energía como los deportes, trabajos de campo, etc. (Pascual, 1999).
Además de estas características, Weiss, Hechtman y Weiss (1999) ponen de manifiesto los siguientes rasgos del adulto con TDAH:
- Son impacientes después de unos minutos de inactividad, tienen poca capacidad para relajarse y concentrarse, presentan rasgos de ansiedad e imposibilidad en persistir en actividades sedentarias.
- El adulto con TDAH tiene poca habilidad para mantener conversaciones dada su distraibilidad, parecen no escuchar por lo que cambian constantemente de temas de conversación, prestan atención solo a pequeños fragmentos.
- Presentan frecuentes olvidos, a menudo pierden y extravían objetos, olvidan citas, planes, las llaves de la casa o del auto, la billetera, etc.
- Labilidad emocional, que se manifiesta en cambios de humor impredecibles, de normal a depresión o euforia, los cambios de humor pueden durar horas e incluso días.
- Pueden tener periodos transitorios de pérdida de control, son provocados fácilmente, dicho problema interfiere en las relaciones interpersonales, presentan también sentimientos de furia, confusión y estados de ansiedad y depresión.
- Con frecuencia hablan antes de pensar bien en algo, interrumpen conversaciones de otros, suelen ser impulsivos, por ejemplo mientras conducen o al realizar compras, toman decisiones rápidas sin reflexionar muchas veces en las consecuencias de las mismas.
Además de estas características, en el 30% de niños que fueron diagnosticados como TDAH y que estuvieron ajenos a un tratamiento, aparecen consecuencias de deterioro de su desarrollo, es decir desarrollan otras patologías asociadas más serias como alcoholismo, drogadicción y rasgos de personalidad antisocial (Cantwell 1994; véase en Sabate, Bassas y Quiles, 1999).
Otros autores consideran que el déficit de atención asociado con conductas de hiperactividad y problemas de conducta en la infancia, conllevan a desarrollar conductas antisociales, pero no el TDAH por sí solo (Buendía, 1996).
Pascual (1999) considera que las características que describen a los sujetos con TDAH que se hacen adictos al alcohol y drogas y llegan a ser delincuentes comunes, pertenecen a clases sociales bajas; mientras que en los sujetos de clase alta, su nivel económico es lo que les facilita el acceso temprano a las drogas por su afán de probarlo todo, suele ser común en ellos el considerar al sexo, raza y condición social como signos diferenciales favorables con el fin de establecer distancias con otros para compensar su inseguridad.
Estas características mencionadas corresponden al tipo de personalidad antisocial, pero también se ha puesto atención en la conducta tendiente de los niños con TDAH en llamar la atención de los adultos, aunque sea para recibir una reprimenda o castigo, y relacionarlos con los rasgos histriónicos e inmaduros de la personalidad.
Para Pascual (1999) los adultos con una historia de TDAH raras veces presentan depresión auténtica, si lo hacen es porque tienden a teatralizar, en el caso de las mujeres, estas están más pendientes de la impresión de simpatía y belleza que deban irradiar al exterior que en llevar una vida afectiva y de pareja profunda. Tienden a perder el equilibrio en el gasto para cubrir sus necesidades básicas, son inmaduras, expresan timidez y coquetería, buscando no pasar desapercibidas y llamar la atención para así incrementar su autoestima, sin embargo reaccionan con impulsividad y desinhibición total ante el menosprecio, dado su escaso sentido del ridículo.
Sin embargo, hace falta una mayor cantidad de estudios que confirmen la relación del déficit de atención y la hiperactividad con personalidades histriónicas e inmaduras. Lo cierto es que existe una predisposición y riesgo a desarrollar características antisociales en la edad adulta y personalidad antisocial, así como deterioro familiar, social, laboral, por lo que es útil la detección y tratamiento del déficit de atención y la hiperactividad desde tempranas épocas de la vida del individuo
Kenny Arbieto Torres.
Psicologogo